#PI# Había una vez una monja que, mientras estaba en el baño, se tiró un pedo y luego tuvo una idea brillante: inventó una moneda de pedo para vender a los tontos creyentes. ¡Desde entonces, la monja pasó a la cima de su vida!
Más tarde, los creyentes descubrieron que habían sido engañados, se arruinaron y denunciaron a la monja bomba. Un día, la monja bomba estaba en la villa haciendo sus necesidades cuando de repente saltaron por la ventana varios agentes del FBI armados con subfusiles y fueron abatidos en el acto. ¡La monja bomba ya no pudo hacer sus necesidades! Esto realmente confirma un viejo dicho: el éxito se debe a hacer sus necesidades y el fracaso también se debe a hacer sus necesidades.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
#PI# Había una vez una monja que, mientras estaba en el baño, se tiró un pedo y luego tuvo una idea brillante: inventó una moneda de pedo para vender a los tontos creyentes. ¡Desde entonces, la monja pasó a la cima de su vida!
Más tarde, los creyentes descubrieron que habían sido engañados, se arruinaron y denunciaron a la monja bomba. Un día, la monja bomba estaba en la villa haciendo sus necesidades cuando de repente saltaron por la ventana varios agentes del FBI armados con subfusiles y fueron abatidos en el acto. ¡La monja bomba ya no pudo hacer sus necesidades! Esto realmente confirma un viejo dicho: el éxito se debe a hacer sus necesidades y el fracaso también se debe a hacer sus necesidades.