En noviembre de 2021, una oportunidad inesperada me llevó al mundo del NFT. A través de la recomendación de un fren, compré mi primer NFT: Chain Runner. En ese momento, no podía imaginar que esta decisión impactaría tan profundamente mi camino creativo y mi carrera profesional.
Al principio era solo una curiosidad simple, pero pronto se convirtió en una profunda fascinación. Esta fascinación no se limita solo al NFT en sí, sino más bien a la exploración del significado que contienen las cosas completamente en la cadena. Ese Chain Runner no es solo una simple imagen JPEG, es una obra de arte generativa que existe eternamente en la cadena de bloques de Ethereum. Sin enlaces IPFS, sin servidores centralizados, su identidad de píxeles originales está directamente incrustada en la cadena de bloques.
Esta experiencia se convirtió en el punto de partida de mi exploración de la tecnología blockchain, el arte en cadena y la emergente filosofía de creación abierta y sin permisos. El proyecto Chain Runners es mucho más que un proyecto de avatares pixelados; representa un nuevo plano de creación. Este proyecto es completamente de código abierto y sus obras de arte se publican bajo CC0 (Creative Commons Zero). Esto significa que cualquiera puede reutilizar, remezclar y crear sobre su base libremente, sin necesidad de obtener ningún permiso.
Esta filosofía de apertura y compartición ha abierto una nueva puerta para los creadores. No se trata solo del arte en sí, sino de cómo redefinir la creación, la propiedad y el valor en esta era digital. A través de Chain Runners, comencé a reflexionar sobre cómo la tecnología blockchain está cambiando la forma en que creamos y compartimos contenido, así como su impacto en los derechos de los artistas y creadores.
A medida que me adentro más en este campo, me doy cuenta de que el NFT y la tecnología blockchain no son solo una nueva tendencia de inversión, sino una herramienta de creación y una forma de expresión revolucionarias. Están remodelando nuestra comprensión del arte, el valor y la propiedad digital, brindando a los creadores una libertad y posibilidades sin precedentes.
Este viaje me ha hecho darme cuenta de que estamos en el umbral de una nueva era de la creación digital. Como creadores, tenemos la responsabilidad de explorar las posibilidades que traen estas nuevas tecnologías y pensar en cómo utilizarlas para crear un ecosistema de creación más abierto, justo e innovador.
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SybilSlayer
· hace14h
cadena invencible ¡A toda velocidad!
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WinterWarmthCat
· hace14h
¡Claro que el Código abierto es el futuro!
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AirdropHunterZhang
· hace14h
Tsk tsk, ya soy un tonto de 21 años y todavía están embelleciendo tomar a la gente por tonta.
En noviembre de 2021, una oportunidad inesperada me llevó al mundo del NFT. A través de la recomendación de un fren, compré mi primer NFT: Chain Runner. En ese momento, no podía imaginar que esta decisión impactaría tan profundamente mi camino creativo y mi carrera profesional.
Al principio era solo una curiosidad simple, pero pronto se convirtió en una profunda fascinación. Esta fascinación no se limita solo al NFT en sí, sino más bien a la exploración del significado que contienen las cosas completamente en la cadena. Ese Chain Runner no es solo una simple imagen JPEG, es una obra de arte generativa que existe eternamente en la cadena de bloques de Ethereum. Sin enlaces IPFS, sin servidores centralizados, su identidad de píxeles originales está directamente incrustada en la cadena de bloques.
Esta experiencia se convirtió en el punto de partida de mi exploración de la tecnología blockchain, el arte en cadena y la emergente filosofía de creación abierta y sin permisos. El proyecto Chain Runners es mucho más que un proyecto de avatares pixelados; representa un nuevo plano de creación. Este proyecto es completamente de código abierto y sus obras de arte se publican bajo CC0 (Creative Commons Zero). Esto significa que cualquiera puede reutilizar, remezclar y crear sobre su base libremente, sin necesidad de obtener ningún permiso.
Esta filosofía de apertura y compartición ha abierto una nueva puerta para los creadores. No se trata solo del arte en sí, sino de cómo redefinir la creación, la propiedad y el valor en esta era digital. A través de Chain Runners, comencé a reflexionar sobre cómo la tecnología blockchain está cambiando la forma en que creamos y compartimos contenido, así como su impacto en los derechos de los artistas y creadores.
A medida que me adentro más en este campo, me doy cuenta de que el NFT y la tecnología blockchain no son solo una nueva tendencia de inversión, sino una herramienta de creación y una forma de expresión revolucionarias. Están remodelando nuestra comprensión del arte, el valor y la propiedad digital, brindando a los creadores una libertad y posibilidades sin precedentes.
Este viaje me ha hecho darme cuenta de que estamos en el umbral de una nueva era de la creación digital. Como creadores, tenemos la responsabilidad de explorar las posibilidades que traen estas nuevas tecnologías y pensar en cómo utilizarlas para crear un ecosistema de creación más abierto, justo e innovador.