En 2012, con sueños en el corazón, elegí la ciudad de Shenzhen, llena de oportunidades. Tres años después, en una oportunidad fortuita, entré en el campo de los Activos Cripto, y esta decisión cambió por completo el rumbo de mi vida.

Ahora, tengo dos propiedades y dos autos de lujo en Changsha: un Land Rover y un Mercedes. Mi capacidad de consumo mensual alcanza los 100,000 yuanes, sin ninguna presión económica. La mayor parte de mis activos están almacenados en el intercambio. Sin embargo, el comercio no es tan glamoroso como la gente imagina, de hecho, es un trabajo extremadamente monótono. Después de una larga experiencia en la industria, ya no me siento particularmente emocionado por las fluctuaciones del mercado.

Como trader, desvelarse se ha convertido en la norma en mi vida. Esto también explica por qué muchos de los llamados 'traders geniales' parecen tener una barriga prominente a una edad temprana, luciendo diez años mayores de lo que realmente son. Afortunadamente, me preocupo mucho por el cuidado de mi apariencia.

Mi vida no es tan despreocupada y fácil como la gente imagina. La mayor parte del tiempo, estoy en un estado de lidiar con lo cotidiano. Incluso cuando salgo a divertirme, es difícil relajarme de verdad. Una emoción llamada ansiedad siempre ronda en mi mente, impulsándome a no atreverme a detenerme. Porque hay demasiadas personas que confían en nosotros, cada confianza se convierte en una presión invisible, y esta presión nos impulsa a seguir avanzando.

Mi día a día no consiste en comer y beber en exceso, ni en socializar, sino en observar el mercado sin descanso, estar atento a las dinámicas del mercado y resumir experiencias y lecciones. Los mensajes en el teléfono nunca se terminan.

La presión que conlleva trabajar en el comercio es constante, es mucho más compleja de lo que la gente imagina.